La
estrategia en el litigio y el ajedrez
Andrés
Escareño Barrera[1]
Dicen que el mejor abogado
es aquel que tiene la estrategia perfecta y la sabe utilizar a favor de la
causa encomendada. No todos tienen la capacidad para elaborar una técnica de
ataque y defensa como sucede en el ajedrez, que en este ejemplo, lo que se
busca es derrocar al rey.
Para tener éxito en este
juego olímpico, no solo debes conocer las reglas, tableros y piezas, sino lo
importante es conocer y aplicar las estrategias ajedrecísticas. La Real
Academia Española, define estrategia como un proceso regulable, conjunto de las
reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento[2].
El litigio como el
ajedrez, no es otra cosa que el inicio de un pleito, visto desde panoramas
distintos pero con el único fin de vencer a la otra parte, utilizando tus destrezas
y experiencias para construir la estrategia ganadora; de dicha estrategia
depende el porvenir del resultado esperado, ya sea ganar una competencia
olímpica o recuperar la felicidad de una familia.
Al momento de iniciar una
contienda legal, tener la razón no es sinónimo de victoria, debiendo recordar
que gran parte de los asuntos que terminan ante los ojos de un Juez, son debido
a que ambos tienen algo de verdad, no obstante a ello, la mejor estrategia no convertirá
lo negro en blanco, sino que entenderá que hay otros matices disponibles en el
proceso o negociación.
Para conseguir el mejor
resultado, la persona debe estar segura que el abogado al que encomendará su
asunto este cualificado y tenga el equipo de trabajo que lo respalde; esto tomando
en cuenta que las cargas laborales de un despacho jurídico son extensas y la
más mínima desconcentración puede llevar a perder la causa justa, incluso
cuando se tiene la razón.
Recuerda que al iniciar
un conflicto bélico, el coronel se auxilia de sargentos, soldados y toda su flotilla para conseguir el objetivo
previamente analizado mediante una estrategia de batalla militar. Lo mismo pasa
en el campo jurídico, un bufete legal necesita socios directores, abogados
asociados, pasantes de derecho, asistentes y secretarias, para que
conjuntamente atiendan las necesidades del cliente, siempre con una mezcla de
experiencia, conocimiento, sabiduría, empatía y disciplina.
De entrada, no hay ningún
caso perdido mientras se tenga la razón, siendo una tarea ardua encontrar la
estrategia adecuada para cada asunto, sin importar su grado de complejidad. Encontrarla, muchas veces se debe a causa de trasnocharse
entre códigos, leyes y demandas, y con los resultados obtenidos, abrir a la
mañana siguiente el debate con tus colegas de oficina y definir el rumbo del
caso; son distintos factores los que llevan a identificar la táctica ganadora,
que inclusive se puede ganar sin necesidad de entrar en un litigio largo, todo dependerá
de la pretensión de cada asunto.
Cuando se inicia un
juicio se depositan una serie de expectativas, concentrándose para que estas
resulten como han sido planteadas o previstas. Sin embargo, todo procedimiento
tiene un grado de incertidumbre, y conforme avance, se puede cambiar la estrategia
definida y redirigiéndola a los nuevos escenarios que se pretenden acreditar.
Todo esto se comenta para
que, la persona que busque un servicio jurídico, tenga la certeza que su asunto
está depositado en las mejores manos, y por lo mismo que su causa no sea
utilizada como un experimento de prueba y error que lleve a la pérdida del
juicio. Termino esta breve opinión, diciendo que, en el litigio y el ajedrez, el
último movimiento puede ser el que te de la victoria.
Nota: La imagen utilizada pertenece al dominio público.
[1]
Licenciado en
Derecho y Maestro en Derecho Constitucional Amparo por la Universidad Autónoma
de San Luis Potosí.
Twitter: @andreschico
[2]Real Academia
Española, Diccionario
de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.3 en línea]. https://dle.rae.es/estrategia, 17 de
abril 2020.
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